En el capítulo III del libro: Los Modelos Pedagógicos, De Zubiría ( “Los modelos pedagógicos”, pág. 71 – 94), nos presenta la descripción de la escuela nueva; lo hace teniendo en cuenta sus avenencias y desavenencias con el Método Tradicional. De igual modo, así como deja ver claramente la revolución introducida por el Nuevo Modelo en materia de educación, también deja a la luz las principales falacias que éste no tuvo en cuenta a la hora de afianzar sus planteamientos y su repercusión en la práctica educativa.
Julián de Zubiría nos expone lo que hace unas pocas décadas hemos conocido como “la Escuela Nueva” con su Modelo Pedagógico Activista. Esta escuela nueva nace a partir de una nueva concepción de ser humano, una nueva antropología filosófica producto de las diferentes revoluciones que han acontecido en la historia: la Revolución Francesa, los planteamientos evolucionistas de Darwin (darwinismo) y la teoría de Gestalt.
Este Modelo de Escuela toma distancia del Modelo de Escuela Tradicional totalmente. Esto es, mientras el Modelo Tradicional consideraba al alumno como un sujeto pasivo el cual aprendía tomando lecciones, repitiendo hasta memorizar para presentar evaluaciones. La Escuela Nueva propone que el alumno aprende solo a través de la experiencia, del contacto directo con las cosas. El Modelo Tradicional consideraba al alumno como alguien pasivo, la Escuela Nueva lo considera como quien debe aprender a partir de la acción. Como un agente activo.
Para el Nuevo Modelo son importantes a la hora de aprender los elementos siguientes: la acción como condición del aprendizaje, manipular los objetos es igual a aprender y también es igual a conocimiento de los mismos. En lugar de memorizar fue colocado el experimentar. En resumen, podemos definir que para el modelo activista, aprender está ligado a la experiencia, el alumno es protagonista de su propio aprendizaje y el maestro es un acompañante. Aprender es producto de la experiencia. En consecuencia, los textos estudiantiles, según De Zuburía ya no se escribieron teniendo en cuenta al docente sino considerando más al estudiante. De manera que el Nuevo modelo de Escuela trajo consigo cambios substanciales en: contenidos y su secuencia, metodologías, recursos didácticos y criterios de evaluación. Veamos los postulados del Nuevo Modelo Pedagógico:
Propósitos: la escuela no es un cúmulo de contenidos que debe enseñar, sino que debe preparar para la vida.
Contenidos: dado que la escuela debe preparar para la vida, entonces la naturaleza y la vida misma deben ser objetos de estudio.
La secuenciación: los contenidos educativos deben organizarse partiendo de lo simple y concreto hacia lo complejo y abstracto. Primero manipular y posteriormente llegar a los conceptos, formularlos.
El método: considerando al niño como artífice de su conocimiento, el activismo da primacía al sujeto y a su experimentación.
Recursos didácticos: es común en la infancia el permitir manipular y experimentar, irán educando los sentidos, garantizando el aprendizaje y el desarrollo de las capacidades del individuo.